Si has llegado hasta aquí es posible que tengas algún problema con tus Begonias, ya sea porque has encontrado manchas negras o blanquecinas, pequeños insectos correteando sobre sus hojas, tallos o peciolos mustios, o directamente tu planta ha pasado a convertirse en abono.
Con esta sencilla guía queremos ayudarte a reconocer y tratar las principales enfermedades y plagas que afectan a las begonias para que tu colección pueda seguir creciendo sana y sin problemas, así como mostrarte como identificar si una planta sufre una enfermedad o simplemente tiene daños físicos causados por el viento, falta de humedad ambiental o exceso de riego.
Síntomas de las begonias
Lo primero que debemos hacer para comprender qué le está pasando a nuestra begonia, y si se trata realmente de una enfermedad o de un evento puntual de estrés ambiental, es aprender a realizar un examen visual. Para ello, prestaremos especial atención a las principales partes de la planta:
1. Parte Aérea
La parte aérea de las begonias, grosso modo, está compuesta por las hojas y los tallos. Estas zonas están más expuestas a los factores climáticos y a la presencia de hongos y/o insectos que pueden resultar perjudiciales para ellas. Un vistazo general del porte de la begonia ya nos puede indicar, por ejemplo, un estrés hídrico importante si tanto las hojas como los tallos se encuentran decaídos y con algunas zonas de su superficie secas.
A la hora de examinar las hojas, es importante que nos fijemos tanto en el haz como en el envés. Nos aseguraremos de conocer previamente el aspecto y color normal de la especie que estamos examinando, y buscaremos manchas grises, blancas o negras para descartar una posible infección por hongos o bacterias. En caso de sospechar acerca de una posible plaga por insectos, buscaremos insectos, tanto en fase adulta como larvaria, e incluso puestas de huevos.
En el caso de los tallos de las begonias, prestaremos atención a cambios en el color a lo largo de su superficie, manchas o cambio de textura. La turgencia del tallo también puede ser un buen indicador sobre estrés hídrico, manteniéndose turgente en caso de estar bien hidratado o mostrándose flácido y blando en caso de pudrición por exceso de riego.
2. Parte subterránea
La parte subterránea de las begonias está compuesta por las raíces y los rizomas o tubérculos en caso de ser begonias tuberosas o rizomatosas. Para realizar un examen visual de las raíces, aprovecharemos el momento del trasplante de nuestra begonia y nos fijaremos en el color, textura y densidad de las raíces. En general, raíces blancas y muy desarrolladas indican que están bien oxigenadas y con un óptimo crecimiento. Si por el contrario, las raíces muestran un color pardo o negro y se deshacen al tocarlas, indican que el proceso de pudrición ya ha comenzado. En el caso de los tubérculos o rizomas, y al igual que ocurre con las raíces, un color demasiado oscuro y una textura blanda puede indicar un exceso de riego.
Algunos nemátodos pueden resultar perjudiciales para nuestras begonias, por lo que buscaremos pequeños gusanos entre las raíces, puestas de huevos, o huecos y “bocados” en los tubérculos o rizomas. Para evitar plagas en la tierra de nuestras begonias, es importante adquirir sustratos de calidad que hayan sido previamente esterilizados. Cabe destacar que si nuestras begonias se encuentran plantadas en el jardín, ya sea directamente en suelo o en bancales/parterres, la presencia de insectos como cochinillas, lombrices u otros organismos es normal e incluso beneficiosa y fundamental para el ecosistema de nuestro jardín, por lo que en estos casos sólo actuaremos si realmente sabemos identificar al patógeno en cuestión y de la forma más sostenible y ecológica posible.
Una vez detectados los síntomas de la planta y localizado el problema, podemos identificar de qué plaga o enfermedad se trata y comenzar con su tratamiento.
Enfermedades más comunes de las begonias
Estrés ambiental en begonias
La mayoría de las veces, el cambio en el estado general de la salud de nuestra begonia se debe a factores ambientales como pueden ser un cambio de la exposición solar que recibe, de la frecuencia de riego o de la humedad ambiental de la zona en la que esté ubicada. Cuando recibimos una nueva planta en casa, y más si se trata de begonias de climas húmedos y tropicales, es normal que los primeros días parezca decaída hasta que se adapte y genere nuevas hojas adaptadas a las condiciones ambientales de nuestro hogar. No siempre los cambios de estos factores ambientales van a generar una enfermedad en la planta, la mayoría de las veces dejarán pequeñas cicatrices en las hojas que no tienen porque implicar que algo grave le esté ocurriendo a tu begonia.
La pudrición en las begonias en una de las principales causas de muerte de la planta y se origina por la combinación de un exceso de riego y un sustrato poco drenante. Si a esto le añadimos una maceta sin agujero de drenaje o salida del agua, ten por seguro que nuestra begonia no durará más de una semana. Además de comprobar la humedad del sustrato, los síntomas con los que podemos detectar que nuestra begonia se está pudriendo son: hojas y tallos caídos y lánguidos, hojas que al tocarlas se desprenden directamente del rizoma sin necesidad de aplicar fuerza alguna, y tallos tan blandos que se deshacen. Rescatar una planta del proceso de pudrición es posible siempre que no se haya extendido a todas las raíces y se realice un cambio a un sustrato más poroso que deje pasar el agua y mantenga oxigenadas las raíces. En el caso de las begonias rizomatosas o tuberosas, existe la posibilidad de cortar la parte afectada del rizoma o tubérculo y sembrar la parte sana en un sustrato nuevo.
En el lado opuesto, nuestra begonia puede sufrir de estrés hídrico por falta de agua. Si los tejidos se han deshidratado de manera importante, la planta genera una serie de mecanismos fisiológicos como el cierre de estomas, la disminución del volumen celular o incluso disminuir o detener su actividad fotosintética. Si estos mecanismos se prolongan el tiempo suficiente, la planta ya no es capaz de regular ese déficit de agua y acaba muriendo. Los principales síntomas que nos indican la necesidad de riego de nuestra begonia son: hojas arrugadas y con algunas puntas secas, hojas más rígidas de lo normal, y pérdida de turgencia en los peciolos (foto 1).
Cambios en la humedad ambiental pueden afectar a nuestras begonias cuyos síntomas se manifiestan en forma de puntas secas de las hojas, en caso de necesitar una humedad ambiental más elevada, o aparición de hongos y pudrición en diferentes zonas de las hojas en caso de una humedad ambiental demasiado elevada (foto 2).
Enfermedades causadas por una plaga de hongos y/o bacterias:
Oídio
Oidium begoniae es un hongo que provoca una enfermedad criptogámica en las begonias infectadas por él. Se puede detectar por las pequeñas y redondas manchas blancas o grisáceas, como pelusillas, que aparecen sobre las hojas, tallos y brotes. Es un hongo difícil de tratar que puede provocar la muerte de la planta en el peor de los casos, por lo que aconsejamos aislar la begonia del resto de plantas hasta que sea tratada y curada con un antifúngico específico. Generalmente, el oídio y otros hongos aparecen en las begonias cuando la humedad ambiental es elevada y la temperatura es fresca.
Todas las begonias son vulnerables a los hongos, pero aparecen con más frecuencia en las populares Begonias Rex, por lo que recomendamos, especialmente para este grupo de begonias, no regar ni pulverizar las hojas y evitar el uso de humificadores.
Botritis
Las begonias infectadas por el hongo Botrytis cinerea presentan manchas grisáceas y verdosas en la superficie de las hojas, generalmente en las hojas más viejas y basales, en los tallos o en los brotes. Este hongo suele aparecer tras la pudrición de algunos tejidos de las begonias por exceso de riego o por una humedad ambiental demasiado elevada. Si el hongo está localizado en una sola hoja o incluso en un solo tallo, recomendamos cortar y eliminar dichas partes ya que con un riego óptimo y una ventilación adecuada, además de la aplicación de un fungicida de uso doméstico si es necesario, la planta puede llegar a recuperarse. A veces, los cortes aplicados a una planta madre para realizar esquejes son la vía de entrada principal de este hongo, por lo que es importante desinfectar siempre el material empleado para el esquejado y no dejar material vegetal muerto como hojas o flores a su alrededor ya que son el alimento perfecto para Botrytis cinerea.
Pythium / Phytophthora
Se trata de una enfermedad muy seria que suele causar muchos problemas sobre todo en Begonias de clima húmedo y templado. Es causada por hongos del género Pythium, junto con sus parientes cercanos Phytophthora. La sintomatología en begonias suelen ser la pudrición del tallo en puntos concretos, sobre todo basales, encontrándose tejido necrosado y un crecimiento excesivo de raices aereas justo encima de la infección.
Las plantas afectadas acaban partiéndose por la zona de infección y secándose de abajo arriba.
Una solución eficaz contra estos hongos es usar un fungicida sistémico a base de Fosetil- AL la cual hay que pulverizar tanto en el follaje como en el sustrato ya que Pythium también es un saprófito y va a sobrevivir mucho tiempo en materia vegetal en descomposición.
Es importante mantener una higiene extrema cuando se manipulen estas plantas para evitar contagiar toda la colección.
Manchas foliares bacterianas y virus
Las infecciones bacterianas y/o víricas en begonias son enfermedades difíciles de controlar y de tratar debido a que ocurren de forma endógena, es decir, en el interior de la planta pudiendo permanecer en estado de latencia durante años hasta que determinadas condiciones ambientales provocan la manifestación de sus síntomas y la transmisión y propagación de la infección a otras plantas sanas. La mejor forma para evitar este tipo de infecciones es desinfectar siempre todo el material que usemos para realizar esquejes o para manipular la planta como pueden ser nuestras manos, guantes, tijeras o cualquier otro material.
Respecto a las infecciones en begonias provocadas por bacterias patógenas, la más común es la infección por bacterias del género Xanthomonas, en concreto Xanthomonas axonopodis pv. begoniae, cuyos síntomas en las begonias son: pequeñas manchas marrones rodeadas de un halo amarillo que pueden unirse y formar una mancha más grande en forma de V, lesión necrótica o marchitez del tejido en la zona de las manchas y a veces podredumbre del tallo. Suele aparecer en condiciones ambientales cálidas y húmedas, y se propaga principalmente a través del agua que entra a la planta por los estomas o por heridas abiertas. Una vez infectada la begonia por estas bacterias, lo más recomendable es retirar y eliminar la planta o plantas afectadas directamente para evitar que se propague a otras plantas de su colección. Existen métodos químicos para el control de Xanthomonas cuyo activo principal es el cobre, pero creemos que lo mejor es no mantener una planta infectada en su colección.
Begonias rex infectada por hongos y bacterias
Las infecciones víricas más comunes en las begonias están causadas por los siguientes virus: Begonia Flower Break Virus, Impatiens Necrotic Spot Virus, Tobacco Mosaic Virus, Cucumber Mosaic Virus, Tomato Spotted Wilt Virus, y Tobacco Rattle Virus. Aunque existen síntomas generales para estos virus, como aparición de moteados en las hojas o marchitamiento de las hojas y tallos, identificar correctamente el virus en cuestión por parte de un usuario es casi imposible. Para determinar con exactitud qué virus afecta a nuestra begonia es necesario un análisis en laboratorio por especialistas en sanidad vegetal. En cualquier caso, si sospechamos que alguna de nuestras begonias puede presentar alguno de los virus mencionados, lo mejor es tomar la solución drástica de eliminar el ejemplar de nuestra colección para evitar la transmisión del virus al resto de begonias.
Enfermedades causadas por una plaga de insectos
Cochinilla algodonosa y cochinilla lapa
Una de las plagas de insectos más odiadas por los coleccionistas de plantas son las conocidas “cochinillas algodonosas” y las “cochinillas lapa”. Las cochinillas algodonosas que más afectan a las begonias suelen pertenecer a los Géneros Planococcus sp. y Pseudococcus sp.. Se caracterizan por ser blancos y de pequeño tamaño (no suelen superar los 5 mm), con una textura suave y suelen secretar una especie de algodón o seda blanca cerca de los huevos que deposita. Suelen aparecer en las axilas y yemas axilares de las hojas, así como en los tallos e incluso en las raíces y/o rizomas.
La cochinilla lapa pertenece a la familia Coccidae y a diferencia de la anterior, se encuentra recubierta por una especie de cubierta dura de color marrón/gris que le da un aspecto de lapa marina. Ambas pueden combatirse de forma ecológica aplicando un bastoncillo con alcohol de 70º en la zona afectada o, si hay varias zonas afectadas, pulverizando una solución de jabón potásico.
Thrips
Los thrips son insectos pertenecientes al orden Thysanoptera. Es importante prestar atención a esta posible plaga en las begonias ya que pueden llegar a ser transmisores de los virus mencionados en los apartados anteriores. Su diminuto tamaño, rápida movilidad y capacidad de reproducción asexual (partenogénesis), hacen que pueda convertirse en plaga en pocos días. Para su detección prestaremos atención a los daños que generan en las hojas manifestados por pequeñas manchas marrones/translúcidas y deformaciones pudiendo llegar a la pérdida de hojas si la infección es grande. Para su erradicación, recomendamos alejar la planta afectada de su colección, retirar las hojas y/o flores afectadas y tratar la planta una vez a la semana durante un mes con una solución de jabón potásico. Si la plaga persiste y cómo última opción, recurrir a un insecticida sistemático siguiendo las pautas marcadas por el fabricante.
Ejemplo de infección de Thrips en una hoja de Peperomia sp.
Pulgones o áfidos
Los pulgones no suponen la plaga más común en begonias y, por suerte, suelen ser fáciles de erradicar. Se trata de insectos de pequeño tamaño (3-5 mm) y de color negro o verde dependiendo de la especie y de su fase (ninfas o adultos). Para detectarlos es necesario revisar el haz y el envés de las hojas, así como las yemas axilares ya que son las principales zonas de alimentación de estos insectos. Al igual que con otras plagas, la aplicación de una solución en spray de jabón potásico con aceite de neem, a razón de un litro de agua, una cucharada de jabón potásico y 1,5 ml de aceite, suele ser suficiente para erradicarla.
Caracoles y babosas
La herbivoría por parte de caracoles y babosas en las begonias puede llegar a hacer desaparecer hojas y tallos en cuestión de un día. Se trata de animales muy fáciles de detectar debido a su tamaño visible al ojo humano, pero más allá de retirar a los adultos que veamos de nuestra begonia, trataremos de inspeccionar las hojas, envés e incluso raíces en busca de huevos depositados para evitar futuros inquilinos en nuestra planta. El método ecológico más amable con el medio ambiente y efectivo para combatir la plaga de dichos gasterópodos es poner un cuenco o recipiente lleno de cerveza al lado de nuestras begonias ya que se sienten especialmente atraídos por su aroma y sus compuestos.
Aunque en esta guía hemos aunado las principales plagas y enfermedades que pueden afectar a las begonias, existen muchas más afecciones y/o carencias que pueden hacer que nuestra planta presente un estado enfermizo, como puede ser la falta de nutrientes en el sustrato, el exceso o carencia de luminosidad o incluso la falta de elementos calcáreos en el sustrato necesarios para ciertas especies.
Si aún presentas dudas sobre que puede ocurrirle a tus plantas, puedes ponerte en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarte en todo lo posible para que puedas continuar con una colección de begonias sanas y libres de plagas.
Referencias y Bibliografía consultada:
- Mirik M., Aysan Y., Baysal-Gurel F. (2018): Bacterial spot and blight diseases of ornamental plants caused by different Xanthomonas species in Turkey. Plant Protect. Sci., 54: 240-247. https://doi.org/10.17221/10/2017-PPS The original publication is available on http://agriculturaljournals.cz/web/PPS.htm.
- https://www.canr.msu.edu/news/whats_new_in_botrytis_control_research
- Quinn, J. A., & Powell Jr, C. C. (1982). Effects of temperature, light, and relative humidity on powdery mildew of begonia. Phytopathology, 72(5), 480-484.
- Funderburk, J., Diffie, S., Sharma, J., Hodges, A., & Osborne, L. (2007). Thrips of ornamentals in the southeastern US. ENY-845 (IN754), Entomology & Nematology Department, Florida Cooperative Extension Service, Institute of Food and Agricultural Sciences, University of Florida.